1926-11-20 María Ginés Belmonte, Madrid

María Ginés Belmonte se casó muy jovencita, con sólo 19 años, en Madrid, no sabemos en qué iglesia, con Agustín Rubio Velasco, que posiblemente tendría 4 o 5 años más que la novia. Estaba guapísima el día de su boda, va vestida de negro, con un traje a media pierna y un largo velo blanco, sujeto con un espectacular tocado. El contraste del blanco del velo y el negro del traje de novia hace todavía más especial esta fotografía.

Nació en Barcelona y a los 3 meses se vino a vivir a Madrid y ya no se movió de la capital, por lo que podemos decir que esta preciosa novia era madrileña, aunque hubiese nacido en Barcelona. Su padre era mecánico de aviones y trabajaba en Cuatro Vientos. De vez en cuando a su padre le mandaban fuera de Madrid, por eso María nace en Cataluña, coincidió con uno de esos destinos ocasionales.

El apellido Rubio del novio procede de Asturias, aunque él nació en Madrid. El padre del novio se llamaba Frutos y su madre Rufina. Agustín trabajaba en la Panificadora de Vallecas, una fábrica muy importante. En 1937 le trasladaron a Ambite de Tajuña, para pasar a regentar una fábrica de harinas. Dicen que porque el director de la fábrica se escondía por la Guerra Civil. «Por suerte en este pueblo no hubo ningún tiro -recuerda Agustín, el hijo de este matrimonio- fueron unos años de felicidad. Mi madre en este pueblo hizo muchas amigas, iban a pasar tardes al rio, junto a una huerta a merendar. Abrían melones y si salían malos decían pepino, este al rio… y lo tiraban al agua.»

María Ginés Belmonte y Agustín Rubio Velasco  tuvieron 4 hijos: Pedro, que falleció a los 3 meses; luego Jaime, al que con año y medio le dió una parálisis infantil (polio), que le provocó cojera en la pierna derecha; después al año y medio Agustín (30 de mayo de 1930) y luego José Ramón, el 31 de agosto de 1935. Los dos últimos son los que sobreviven.

Vestido y ramo

La novia lleva un precioso ramo de claveles blancos. Ella era modista, trabajaba para las señoras de la alta sociedad de Madrid. Posiblemente su vestido de novia tal vez lo diseñara o incluso cosiera ella misma. Es negro, con el largo por debajo de la rodilla, que termina en un plisado. Luce además una larga cola negra, en la misma tela del vestido, la tela bien podía ser una seda o rasete. En contraste espectacular, como ya mencionamos, el velo blanco, sujeto a la cabeza mediante un collar de cuentas, que hacen como una corona en la cabeza y también pasa por debajo de su mentón. Luce también un collar a juego con el del tocado. Lleva zapatos de salón, de tacón bastante altos. Y luce, prendido al vestido, unas flores de azahar.

El novio, por su parte, luce traje con chaleco, corbata y guantes, como podemos ver en su mano,  apoyada en una consola, en la fotografía de un estudio reputado en la capital. Posiblemente el traje de Agustín también fuera en color negro o gris marengo. La corbata es negra.

 María Ginés, de jovencita, con 18 o 19 años, en una fotografía/postal. Abajo la dedicatoria que había hecho María para una amiga. Estas fotografías las habíamos publicado ya en Adoronews.com, en la boda de su hijo Agustín. Puedes recordar dicha boda, la de su hijo aquí: 1959-06-30: MARÍA CINTA OLARTE CORSSI, PARROQUIA DE SAN JERÓNIMO EL REAL, MADRID

Lamentablemente María falleció muy joven de cáncer de mama. Le salió un bulto en la axila y cuando ya estaba a punto de operarse en un hospital, una de las marquesas para las que cosía le dijo que conocía un doctor que tenía unas inyecciones con las que curaba el cáncer. A María se le extendió el tumor (metástasis) y ese doctor por este caso y otros muchos acabó en la cárcel. Ese doctor casi arruinó a estos novios, con los supuestos tratamientos curativos. Cuando ya María tuvo el cáncer muy extendido, viendo que no se curaba sino todo lo contrario, volvió al hospital y la operó el director del Instituto del Cáncer, «creo que se llamaba Diez y Más» recuerda Agustín, su hijo, «pero ya no había nada que hacer, a los tres meses falleció», recuerda emocionado.

La abuela Constanza, con María, Agustín y unos primos con sus hijos, en un merendero madrileño.

La madre de María se llamaba Constanza y en 1951 llegando Agustín -el hijo- a su casa del trabajo, se encontró a su abuela Constanza, que salía de su casa, llorando. Constanza le hacía la compra a su hija y ese día María le había contado a su madre lo de que le había salido un bulto en su axila, por eso Constanza lloraba. Ese mismo día, por la noche a Constanza le dió un derrame cerebral y falleció.

Una de las últimas fotografías de María, que murió muy joven, a causa de un cáncer de mama.

El abuelo Jaime vivió 93 años (fundó la dinastía de los Jaimes, con muchos en la familia), como dijimos antes era mecánico de aviones. Su nieto Agustín recuerda con cariño sus paseos por Madrid con él: «Era muy andarín. Nos llevaba al cementerio de La Almudena andando desde la calle Columela, al lado de la Puerta de Alcalá, la abuela ya había fallecido. También nos llevaba al Rastro los domingos por la mañana a mi hermano y a mí, a ver todos los puestos.»

Qué guapa iba María el día de su boda, con ese espectacular tocado de perlas, que sujeta su velo blanco, parece una princesa. Jovencísima, con 19 años… Y muy feliz, el día de su boda… así nos gusta recorarla feliz y enamorada.


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