Desde mi ventana y desde las ventanas de mis amigos II

Ya lo cantaba Roberto Carlos «Yo quiero tener un millón de amigos»… Fotografía de un meme, con todo lo que se ve desde mi ventana, desde que no hay polución… dice «mi amigo»… jajaja.

Yo sólo quiero mirar los campos
Yo sólo quiero cantar mi canto
Pero no quiero cantar solito
Yo quiero un coro de pajaritos
Quiero llevar este canto amigo
A quién lo pudiera necesitar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo sólo quiero un viento fuerte
Llevar mi barco con rumbo norte
Y en el trayecto voy a pescar
Para dividir luego al arribar
Quiero llevar este canto amigo
A quién lo pudiera necesitar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar
Yo quiero creer la paz del futuro
Quiero tener un hogar sin muro
Quiero a mi hijo pisando firme
Cantando alto, sonriendo libre
Quiero llevar

Y mis amigos… me están mostrando lo que ven ellos a través de sus ventanas… para estar unidos durante el confinamiento, y para cantar bonito, todos juntos. ¿Qué es lo que ves tú? Como a duras penas podía subir en un mismo tema tantas fotos, he decidido hacer otro post… con más y más vistas. 
Mari Carmen Blasco, Alcobendas (Madrid). Marketing. Con un inspirador cuadro pintado por ella, en su despacho, mientras está teletrabajando. «La ventana que me inspira mientras teletrabajo.»

Mari Carmen Blasco, Alcobendas (Madrid). Marketing. «…y las vistas a mi jardín», lo que ve #desdesuventana.
R.P. Neda (La Coruña). Pediatra. «Estas son las vistas que tengo mientras voy a mi Centro de Salud.»

R.P. El Ferrol (La Coruña). Pediatra. Y las vistas que tiene #desdesuventana

P.H. Becerril de la Sierra (Madrid). Terapeuta.  «Las vistas desde mi terraza«.

P.H. Becerril de la Sierra (Madrid). Terapeuta. «Y desde mi otra terraza«.
V.M. Madrid. Médico del SUMMA. «Mis vistas 
Pilar Torre, Majadahonda (Madrid). Empresaria.
Isabel Corbera, Madrid. Contable.
Isabel Corbera, Madrid. Contable. Al fondo las Torres.

M.J.Madrid. Médico. «Las vistas al jardín de mi casa..

M.J.Madrid. Médico. «… y las vistas que realmente veo todo el día

Luisa, Avda. Ciudad de Barcelona. Madrid. Funcionaria. Fotografía de una farmacéutica que todos los días sale al aplauso sanitario.

Luisa, Madrid. Funcionaria. Ambulancia que viene de Atocha, a la hora de los aplasusos.

Rafael García, Madrid. Director de marketing. El yin y el yang: fruta y chocolate. ¡Mmmmm! En «arresto domiciliario.» 
Vito. Madrid. Empresaria. Nos lo dice muy clarito… 

J.B.Madrid. Inspector.

J.B.Madrid. Inspector.

J.B.Madrid. Inspector.

J.B.Madrid. Inspector.

María Díaz, Madrid. Psicóloga industrial & Blogger.

María.Díaz.Madrid. Psicóloga industrial & Blogger. El coronavirus le ha dejado heridas que sólo el tiempo logrará mitigar. «No ha sido ley de vida, se lo ha llevado el Coronavirus, porque él estaba genial, y eso a veces me atormenta…»

Marisa Elvira, Zarzaquemada (Madrid). Colegio José María Pereda, vacío y la calle en silencio. «Un cole sin niños es como un jardín sin flores. Le falta el color»

Marisa Elvira, Zarzaquemada (Madrid). «Demasiado silencio en la plaza también.»

María Luisa del Amo, Rivas Vaciamadrid. Prensa & Comunicación. «Las vistas de mi casa.» 

Begoña Novillo, Torre de Madrid, Plaza España. Periodista. «Estas son mis vistas desde la terraza.» Imponentes.

Isabel Gallo, El Encinar de los Reyes (Madrid). Periodista. «Las plantas dan mucha alegría» y que lo digas… preciosa tu glicinia blanca y también la morada. Una suerte tener espacio para salir y ver esas vistas…

Isabel Gallo, El Encinar de los Reyes (Madrid). Periodista. Su gato Leo, que vive en casa, y la glicina morada.

Isabel Gallo, El Encinar de los Reyes (Madrid). Periodista.  La gata adoptada «Misteriosa», que «vive en el jardín, con comida, agua y casa. Y la primera rosa de la temporada.» 

Teresa González Manso, Valencia. Periodista. «Nos encanta Valencia. La foto la saqué cuando llovía pero con sol también es espectacular.» El confinamiento la ha pillado fuera de su casa, que está en Madrid. «Es calle Muñoz Degrain esquina con calle de la Paz, ¡al lado del Miguelete! Vinimos aquí por motivos de trabajo y nos pilló el confinamiento. Pero es una casa muy cómoda, con una terraza en el ático, que nos libera un poco del encierro. « Una suerte tener terraza en el ático.

Almudena Carmona Limón, Madrid. Periodista. «A un lado de mi calle, y al otro lado El Pirulí
Marisa Machín, Madrid. Periodista. «Rubi y Grisi también miran por la ventana, como yo.»

Marisa Machín, Madrid. Periodista.  Vistas al Palacio Maudes. «La primavera ya ha llegado a mi terraza.»

A.A y C.M Molino de la Hoz, Madrid. Médicos. «Estas son mis vistas, desde nuestra cocina, pero no son las reales. Mis vistas reales son las del hospital. Darte estas me da mucha vergüenza, porque no es la realidad» nos confiesa ella. Yo le he pedido, si ella quiere, que me pase algunas vistas de las otras, sus verdaderas vistas en estos días.

Sandra Mancebo, Rotonda de Peñaranda de Bracamonte. Prensa & Comunicación. Ensanche de Vallecas, Madrid. «Nadie».
Pilar Ortega, Vallecas, Madrid. Periodista. «Esto es lo que veo, son mis vistas, la iglesia que casi no se ve por los árboles es la Iglesia del Buen Pastor». Pilar debido a la Pandemia tuvo que suspender un  viaje a Nueva York con sus hijos. Con ella y más compañeros estuve en una comida de prensa de los Aceites Valderrama, en el Mesón de Doña Filo, justo antes de la Declaración del Estado de Alarma. Cuando, por la mañana, fuimos al punto de encuentro para el bus, casi no había gente por las calles: Preciados, Callao, Gran Vía… A la vuelta por la tarde, estaba ya todo lleno de gente. Caminamos juntas desde la Plaza de España hasta la Puerta del Sol, que aunque tenían menos gente que habitualmente (la mitad, aproximadamente) seguían estando muy llenas de gente, pese a que todos ya teníamos información de que lo prudente era estar en casa.

Pilar Ortega, Vallecas, Madrid. Periodista.

Pilar Ortega, Vallecas, Madrid. Periodista.
M.G.T.  Pozaldez-Valladolid. Directora de Comunicación. «Yo estoy a caballo entre Madrid y Valladolid, porque en mi familia tenemos una explotación agrícola, que es actividad esencial, y voy allí un día a la semana, que justo hoy estoy en Valladolid.» Preciosas vistas de los campos de Castilla.

M.G.T.  Pinar de Chamartín-Madrid. Directora de Comunicación. «Esta fotografía es de ayer. Es justo lo que vemos en el momento del aplauso, desde mi domicilio en Madrid. Como ves ya se ve un poco más de gente.»

P.C. Chamberí. Madrid. Prensa & Comunicación. «Ningún día me pierdo el aplauso sanitario y a los demás profesionales que trabajan por nosotros, a las 20.00 horas. Es emocionante»









Elena Zamora. Madrid. Matemática. «Las vistas desde mi terraza, me recuerdan que hace mucho que no juego al pádel.»

Elena Z. Madrid. Matemática. «Lo hemos llenado todo de carteles dando las gracias a todos», un bonito gesto.

Elena Z. Madrid. Matemática. «Mi puesto de trabajo, teletrabajando. Y las vistas al otro lado de mi calle, al fondo el estadio que suele estar siempre llenísimo de gente.»
Ania Iglesias, calle Embajadores, Valladolid. Artista & Comunicación. «El confinamiento me pilló aquí y así he podido estar con mi madre, que pronto cumplirá años. Han sido unos días muy especiales porque además de todo esto que nos ha tocado vivir, también se han cumplido los 20 años de Gran Hermano.»

Ania Iglesias, calle Embajadores, Valladolid. Artista & Comunicación. Ania ha sabido reinventarse, de hecho tiene una obra de teatro con esa temática. «Un 23 de abril -tal día como hoy- en el año 2001, estrené Hamlet, en el teatro Bellas Artes de Madrid. Y ese mismo día, en 2018, conocí al hombre de mi vida. Fíjate si es una fecha destacada, a siete días de mi cumpleaños en el calendario. Cuando menos es curioso.» Muchas felicidades Ania.

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Ania Iglesias, calle Embajadores, Valladolid. Artista & Comunicación. «Aquí además de un Arco Iris muy bonito, te mando una imagen del momento de los aplausos en mi calle vallisoletana.»





Tere Zamora. Madrid. Óptica. «Las vistas a la terraza desde el salón, que todavía no hemos montado para el buen tiempo.»
Tere Zamora. Madrid. Óptica. «Tengo todas estas vistas desde la terraza del ático-dúplex.»
Tere Zamora. Madrid. Óptica. «Desde la terraza del salón veo las Cuatro Torres Business Area y las de Plaza de Castilla.»

Tere Zamora. Óptica. «Aprovechando el buen tiempo hoy hemos celebrado la Feria de Abril todas las amigas,tomando unos finos y rebujitos. Ha sido toda una Feria en tiempos del Coronavirus.»

Antonio y Dania, Avda Juan Sebastián el Cano, Badajoz. Biólogo y Cooperante Cruz Roja. «Nuestras vistas.»

Antonio y Dania, Avda Juan Sebastián el Cano, Badajoz. Biólogo y Cooperante Cruz Roja. A Antonio la pandemia le pilló en Bolivia y tuvo que vivir muchas peripecias para conseguir volver a España.
Antonio y Dania, Avda Juan Sebastián el Cano, Badajoz. Biólogo y Cooperante Cruz Roja. «Una de estas noches de lluvia primaverales, que hemos visto desde casa.»

Manuel Z.G. y Elena G.C, Contable y Secretaria de Dirección, jubilados. Están pasando este tiempo de confinamiento con la persona que les cuida. No han podido ver a sus nietos. A su hijo le dieron el alto a la altura del Estadio Santiago Bernabeu y le pidieron algún papel que acredite que venía de verlos y ponerles la medicación semanal. Tienen 93 y 92 años. Calle Bravo Murillo, Madrid.

Manuel Z.G. y Elena G.C, Contable y Secretaria de Dirección, jubilados. Tienen 93 y 92 años. Calle Bravo Murillo, Madrid. Su calle, una de las más comerciales de la ciudad, siempre bulliciosa, está sin coches y sólo con algunas personas que han salido a comprar artículos de necesidad al Mercado Maravillas y los hipermercados próximos.

¡Qué extraño color tiñe los recuerdos cuando comprendes que tu vida ha cambiado!

Cuando crees que se cerraron las puertas que te conducían a la oportunidad de repetirlos, se convierten en reflejos pequeños y escorados de momentos que parece que nunca has vivido, que, en realidad, nunca existieron.

Llegué a España tras girar dos meses por Latinoamérica, libre, absoluto. Desparramándome, intenso, por lugares y gentes. Por mi Selva querida, compañera en la raíz del mundo que amo, de mis hermanos que amo, de la inmensidad abierta y fresca que amo. y del «TODO», fuerte y suave por el que caminaba, a corazón abierto, tragándomelo entero. Desencadenado, despreocupado y feliz. Y, de repente, en horas, «EL CONFINAMIENTO»: me convertí, de golpe seco, en algo minúsculo aplastado por un presente desgarrador, cruel y desalmado. En un encarcelado. En un escondido. ¿Y nada pareció haber existido nunca! Miré a través de mis rejas y solo había silencio. Y ya. Un reflejo pequeño y escorado de un pasado incierto.

Pero, por veces, el corazón solo se detiene para tomar aliento, para reflesionar, para comprender. Y, a mañana siguiente, volví a la ventana y miré calmado. Y ahí estaba: lo que me hizo, lo que soy, lo que podré ser. Dentro y fuera de mí. Expandido y luchando, sereno y atroz. Decidido. Esperanzado. Y escuché el sonido de los pasos quietos de la gente, ¡de Mi Gente!, caminando como yo por la senda elegida de la batalla. Y los colores, a grito de ¡GUERRA!, explotaron, tiñéndolo todo con la luz salvaje y brutal de la vida.

Javier Adelfos, Badajoz.

Javier Adelfos, artista y abogado, o abogado y artista. Presidente de la Comunidad de Vecinos del Casco Antiguo de Badajoz. La Lupe, se asoma a la ventana de su vivienda. Una creación inspirada en todas las mujeres de Badajoz. Sensual, muy femenina, con curvas, y la vista al infinito.

Os la presento aquí y ahora, es La Lupe.  «Creé un personaje al que llamé Lupe Bang-Bang, «La Lupe» o «Lupita». Con La Lupe quise expresar mi concepto de la mujer extremeña a través del tiempo. En el pasado, allanándonos el camino, protegiéndonos, alimentándonos, cultivando, incluso, nuestra tierra y enseñándonos a luchar. En el presente, pisando con fuerza, orgullosa de sí misma, moderna, segura, firme y capaz. Y en el futuro, siempre caminando decidida hacia adelante, abriéndonos nuevas rutas, dando el primer paso y dando, también, valiente, la cara. Estas últimas semanas he entendido que debo poner a La Lupe a caminar y dejar que exprese todo esto de mil maneras y en mil lugares.» Algo que Javier se ha encargado de hacer desde ese día en que quedó registrada para la eternidad. Para que así, ya registrada legalmente ella con sus propios pasos comenzara a caminar. Su propósito era » iniciar este camino, coincidiendo, premeditadamente, con el cumpleaños de una amiga mía muy, muy especial que representa todo lo que os cuento y mucho más. Lucia Perez, ¡¡PA´LANTE!!» La Lupe…

Y en eso estaba cuando le pilló la pandemia, al otro lado del charco… como «tan bonito» nos ha narrado él mismo… Girando dos meses por Latinoamérica, libre, fundiéndose con los hermanos a los que ama, a corazón abierto.


Javier Adelfos, artista y abogado, o abogado y artista, Badajoz. Su patio repleto de plantas, uno de sus perros y él artista saludando entre las macetas, medio escondido. Durante el confinamiento salía por el casco antiguo de Badajoz, de madrugada, con sus perros y su gato, a dar una vuelta.



Javi Adelfos, abogado y artista, o artista y abogado, Badajoz. Con La Lupe, por el mundo.

Hasta enfrentarse, a su vuelta a España con el silencio, con el CONFINAMIENTO. Con días en los que sólo poder tener un respiro en su patio de provincia, repleto de plantas, con sus perros y el gato, con sus recuerdos… Con su gente, caminando también, como todos los demás, por la senda de la batalla. «Y los colores, a grito de ¡GUERRA!, explotaron, tiñéndolo todo con la luz salvaje y brutal de la vida.»


Javi Adelfos, artista y abogado, o abogado y artista, Badajoz. Lupe Bang-Bang, by Javi Fuentes Mathé, registrada ante la Junta de Extremadura como obra artística, en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual, en 2017.







Javi Adelfos, abogado y artista, o artista y abogado, Badajoz. Con otro bonito ejemplo de La Lupe, por el mundo.







Sugus, Madrid. «Yo tampoco dejo de mirar por la ventana. Deseando que mi mamy humana me lleve de una vez a la sierra, a respirar aire libre y correr detrás de los pájaros. De vez en cuando hasta cazo ratones. No puedo más. Los perros pueden salir todas las veces que quieran y yo tengo que estarme todos los días en casa, encerrada entre cuatro paredes.  Las dos estamos muy deprimidas, y mi compañera Minie Leia, con la que no me llevo nada bien por cierto, también opina lo mismo. Manteniendo las distancias de seguridad necesito ir a la sierra, señor presidente.»  El S.O.S de Sugus y su dueña.

Y las vistas internacionales…

Algunos ven ya estas vistas desde sus ventanas… otros soñando con ir a verlas. La vida es así…
A.Z. Dublín (Irlanda). Grado en Turismo. A ella le suspendieron un viaje a San Francisco (EE.UU), de una semana, debido al Coronavirus, para un curso de formación de la nueva empresa americana para la que trabaja Airbnb (en estos momentos teletrabaja). Justo antes de la Pandemia abandonó su anterior  trabajo en Ryaner, en la Central en Dublín, donde llevaba trabajando año y medio. También ha tenido que suspender dos vuelos a España, que tenía previstos.

A.Z. Dublín (Irlanda). Turismo. En ocasiones ven zorros en el jardín, incluso antes del confinamiento. «Estoy deseando escaparme a España y ver a mi familia. Y llevarles los regalos que les traje desde Nueva York, justo antes de la Pandemia. Incluidos los del día del Padre, a este paso los del día de la Madre y el del cumpleaños de mi hermano, que es en mayo.» El Coranvirus nos ha cambiado todo a todos, una pena. Ahora no sabe cuando la dejarán venir.







O.M.. Empresario. Botswana (África).

¡Cuidaos mucho, que empezamos la cuenta atrás! Lo que nos queda se va a pasar en un vuelo…

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